Recetas de bacalao desmigado desalado

Milhojas de bacalao y nabos

La porrusalda Es un plato tradicional cocinado en el País Vasco y Navarra a base de puerro. Y es que la porru salda no es más que una mezcla de caldo de verduras picado grueso en el que es habitual encontrar bacalao desmigado, previamente desalado.

“Caldo de puerros” esa es la traducción literal de Porrusalda. Un bocado fantástico y muy digestivo para tonificar el cuerpo en el frío invierno del norte. Una receta, además, muy fácil de preparar y económica que sólo requiere una buena materia prima. ¿Te animas a prepararla? Es perfecta en Semana Santa.

El primer paso será desalar el bacalao. Para ello, será necesario ponerlo en agua entre 24 y 36 horas antes y hacer 2-3 cambios de agua al día. Una vez desalado el bacalao, ponerlo en una cacerola con abundante agua a hervir y dejarlo cocer durante 1 minuto. Una vez templado, retiramos las espinas y desmenuzamos el bacalao. Reservamos.

Pelamos las patatasLas partimos con la ayuda de un cuchillo en trozos del tamaño de un bocado y las añadimos a la cazuela. Rehogamos unos minutos y añadimos un chorrito de txakoli. Cocinamos hasta que se evapore el alcohol.

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El bacalao, pescado sabroso donde los haya, es muy típico en la cocina portuguesa, de la que hemos recogido esta receta de bacalao dorado. Es un plato que cuesta poco trabajo hacer y que resultará muy cómodo y delicioso de comer para los niños, ya que consiste en un revuelto con patatas, cebolla y bacalao muy desmenuzado.

Preparación: Primero debemos preparar las patatas como lo haríamos para hacer patatas paja, es decir, cortarlas muy finas y freírlas. Debemos dejarlas pochadas, como si fueran para tortilla. Picamos la cebolla y la rehogamos hasta que esté transparente. Añadimos el bacalao desmenuzado, lo rehogamos y añadimos las patatas. Batimos los huevos y los cuajamos al gusto, no mucho para que quede jugoso. En cuanto a la sal, es mejor añadir una pizca y que cada uno la añada a la mesa, ya sabemos que el bacalao es muy resalao.

Comentarios

Nos declaramos fans de los platos de cuchara y cazo, de esas recetas a la antigua usanza. Guisos que se cocinan a fuego lento, con ingredientes básicos y mucho cariño. Recetas en las que el “chup-chup” de la cocción y los aromas que desprenden alimentan el cuerpo y el alma. Y esta receta de patatas con arroz y bacalao es una de ellas.

Este plato también se conoce como Empedrado, pero si algo tiene de bueno la cocina, es su diversidad. No sólo en los nombres que reciben las recetas, que varían de una zona geográfica a otra, sino en las miles de versiones.    Esta receta de patatas con arroz y bacalao puede hacerse incluso sin bacalao y, de hecho, convertirse en una receta de arroz con patatas. Todo dependerá de las cantidades y de tus gustos.

Cuando el ajo, la cebolla y el pimiento estén rehogados, añade la sal y el pimentón y remueve. Añade las patatas y mezcla bien. Cubrir los ingredientes añadiendo el caldo de pescado (fumet) y dejar cocer a fuego lento durante unos 15 minutos. Las patatas no deben estar completamente tiernas, ya que hay que añadir un puñado de arroz y dejar cocer otros 15 minutos.    En los últimos 3-4 minutos, añadir el bacalao desalado y desmenuzado y las hebras de azafrán manchego.

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Aunque se le conoce como un alimento italiano, el bacalao llegó a Italia desde el norte, más frío y duro. Su historia se remonta a la antigüedad, concretamente a la Edad Media, donde los marineros vikingos pescaban bacalao en los fríos mares del Atlántico Norte. El bacalao era entonces abundante y podía conservarse curándolo en los vientos fríos y salados de los mares del norte. El nutritivo bacalao seco se conservaba bien y podía sostener a los marineros en sus largos y arduos viajes. Una vez introducido en el Mediterráneo, el bacalao se convirtió en una mercancía muy comercializada.

En primer lugar, hay que eliminar el exceso de sal de la superficie del pescado. Enjuague los filetes en agua fría durante 10 minutos. Prepare un bol o recipiente grande llenándolo de agua fresca y fría. Según el grado de salinidad y la intensidad del sabor que desee, deje el pescado en remojo de 2 a 3 días (de 24 a 48 horas). Puede dejarlo en remojo como un filete entero o en trozos grandes, sólo asegúrese de que está totalmente sumergido con suficiente agua para cubrir el pescado.

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