Hamburguesa de panceta de cerdo
Se trata de una panza de cerdo asada a fuego lento para que la grasa se rinda y se cocine al estilo confitado en su propia grasa. ¿El resultado? Una carne ridículamente jugosa, imposiblemente tierna y aún así rebanable, coronada con el chicharrón crujiente más increíble de tu vida.
Cuando hablamos de panza de cerdo asada, creo que la búsqueda de un chicharrón burbujeante y perfectamente crujiente es evidente. Y le aseguro que los sencillos pasos de esta receta están diseñados para conseguir ese objetivo final de forma fiable, siempre.
Así pues, todos estamos de acuerdo en lo que define un chicharrón impresionante, pero ¿qué pasa con la carne? Para mí, se trata de cocinarla hasta ese punto perfecto en el que la grasa es tan suave, la carne es extremadamente tierna, pero no tan tierna como para que se deshaga “al toque” como el cerdo desmenuzado. En concreto, quiero que se pueda cortar en rodajas (¿qué es un asado, si no se puede trinchar?) para que se presente bien, pero que esté maravillosamente tierna cuando empieces a comerla.
Lo conseguimos cocinando primero lentamente a baja temperatura, mientras utilizamos un truco con papel de aluminio para conseguir un efecto de confitura que mantenga las partes de la carne bañadas en grasa mientras se cocinan. Por último, se le da el máximo calor al cerdo para que se formen los increíbles chicharrones.
Recetas de panza de cerdo a la barbacoa
Hay una razón por la que la panceta de cerdo es tan venerada en todo el mundo: cumple con todos los requisitos que se pueden pedir cuando se trata de carne. Con su piel crujiente y su carne tierna que se deshace en la boca, la panceta de cerdo es impresionante cuando se trata con un poco de cuidado y atención. El hecho de que también sea increíblemente versátil y asequible no hace sino aumentar su encanto. Aunque la panza de cerdo se ha puesto de moda en las últimas décadas, sigue siendo un corte barato para cocinar (y esperamos que siga siendo así). Mientras que los cortes de primera calidad, como el lomo, tenían un precio elevado, la panceta se solía moler para hacer salchichas con otros recortes, o se curaba y cortaba para hacer tocino rayado. Sin embargo, muchos cocineros caseros saben lo suculento, tierno y sabroso que puede ser este corte de cerdo cuando se cocina adecuadamente, y esta guía le dará todo lo que necesita para sacarle el máximo partido.
Tanto si compra la panceta de cerdo en la carnicería como en el supermercado, lo primero que debe tener en cuenta es que sea fresca. El primer lugar en el que hay que fijarse es en la grasa: una buena grasa debe tener un color blanco cremoso; cualquier signo de decoloración (coloración grisácea o amarillenta de la grasa) es un signo de antigüedad. Tampoco debe haber olores desagradables y la carne debe ser firme y rosada, sin degradarse ni ser viscosa. La proporción entre la grasa y la carne debe ser buena, alrededor de 50:50, y lo ideal es una distribución uniforme de ambas, con capas de grasa intramuscular entre los músculos. Esto significa que cuando cocine la panza de cerdo y llegue el momento de racionarla, no habrá una zona con muy poca carne y sí una distribución uniforme de la grasa fundida.
Panza de cerdo crujiente de Yakarta
Hay una razón por la que la panceta de cerdo es tan venerada en todo el mundo: cumple con todos los requisitos que se pueden pedir cuando se trata de carne. Con su piel crujiente y su carne tierna que se deshace en la boca, la panceta de cerdo es impresionante cuando se trata con un poco de cuidado y atención. El hecho de que también sea increíblemente versátil y asequible no hace sino aumentar su encanto. Aunque la panza de cerdo se ha puesto de moda en las últimas décadas, sigue siendo un corte barato para cocinar (y esperamos que siga siendo así). Mientras que los cortes de primera calidad, como el lomo, tenían un precio elevado, la panceta se solía moler para hacer salchichas con otros recortes, o se curaba y cortaba para hacer tocino rayado. Sin embargo, muchos cocineros caseros saben lo suculento, tierno y sabroso que puede ser este corte de cerdo cuando se cocina adecuadamente, y esta guía le dará todo lo que necesita para sacarle el máximo partido.
Tanto si compra la panceta de cerdo en la carnicería como en el supermercado, lo primero que debe tener en cuenta es que sea fresca. El primer lugar en el que hay que fijarse es en la grasa: una buena grasa debe tener un color blanco cremoso; cualquier signo de decoloración (coloración grisácea o amarillenta de la grasa) es un signo de antigüedad. Tampoco debe haber olores desagradables y la carne debe ser firme y rosada, sin degradarse ni ser viscosa. La proporción entre la grasa y la carne debe ser buena, alrededor de 50:50, y lo ideal es una distribución uniforme de ambas, con capas de grasa intramuscular entre los músculos. Esto significa que cuando cocine la panza de cerdo y llegue el momento de racionarla, no habrá una zona con muy poca carne y sí una distribución uniforme de la grasa fundida.
Receta de lonchas de panceta de cerdo
Diana ha sido jefa de desarrollo de recetas y editora de la serie de la PBS nominada al Emmy Moveable Feast, editora de alimentos y directora de la cocina de pruebas en Fine Cooking Magazine, y desarrolladora de recetas y probadora de productos en Food Network.
La panza de cerdo es un trozo de carne graso que suele utilizarse para hacer tocino y panceta. Sin embargo, también se puede asar, lo que da como resultado una sabrosa y tierna carne de cerdo cubierta de deliciosos chicharrones. Es esa doble textura (a menudo en un solo bocado) la que la hace irresistible y garantiza el agrado de todos en la mesa.
Esta receta de panceta de cerdo asada es sencilla, ya que sólo utiliza condimentos básicos y aceite de oliva virgen extra. El asado largo y lento hace que la carne sea tierna, y el aumento de la temperatura del horno hacia el final del tiempo de cocción ayuda a crear una piel crujiente.