Bacalao al horno con pan rallado y parmesano
En una cacerola de base pesada, derretir la mantequilla a fuego medio hasta que haga espuma. Añadir las cebollas, el ajo y las verduras y rehogar durante 5 minutos o hasta que estén tiernos. Añadir la harina y cocinar durante 2 minutos más. Añadir el vino y el caldo, removiendo constantemente ya que la mezcla espesará rápidamente. Retirar del fuego y dejar que se enfríe hasta que esté lo suficientemente caliente como para manejarlo.
Para desmenuzar la mezcla, pásela ligeramente por la harina sazonada, sumérjala en el huevo, pásela por el panko y resérvela. Freír en aceite vegetal a 175 grados centígrados durante 3 minutos o hasta que se doren. Terminar en el horno precalentado durante otros 2 minutos o hasta que se calienten.
Bacalao al horno con pan rallado y mayonesa
El bacalao, con su particular sabor y sus tiernas carnes, es ideal para varios tipos de preparaciones. El Baccala frito de Roma, el Brandacujun de Liguria, el cremoso bacalao veneciano para untar en picatostes, ¡por no hablar de las muchas variantes de bacalao salado con salsa de tomate!
Recomendamos servir el Bacalao salado con patatas en salsa de tomate (Baccala alla Livornese) muy caliente y con muchas rebanadas de pan casero o con polenta cremosa al vapor, ¡para poder disfrutar de su deliciosa salsa!
Si tienes que desalar el bacalao, entonces necesitas un recipiente práctico para remojar el pescado. Te recomendamos un cuenco de plástico ligero porque es más práctico cuando tienes que cambiar el agua. Además, es mejor que el bol sea muy grande porque el agua tiene que cubrir completamente el bacalao salado.
Para preparar la receta necesitarás dos sartenes. La primera más pequeña, una cacerola de acero inoxidable con tapa para hacer la salsa de tomate. La segunda cacerola tiene que ser más grande, porque debe contener los trozos de bacalao bien espaciados, la salsa de tomate y las patatas.
Bacalao empanado frito
Aunque es conocido como un alimento italiano, el bacalao llegó a Italia desde el norte, más frío y duro. Su historia se remonta a la antigüedad, concretamente a la Edad Media, donde los marineros vikingos pescaban bacalao en los fríos mares del Atlántico Norte. El bacalao era entonces abundante y podía conservarse curándolo en los vientos fríos y salados de los mares del norte. El nutritivo bacalao seco se conservaba bien y podía sostener a los marineros en sus largos y arduos viajes. Una vez introducido en el Mediterráneo, el bacalao se convirtió en un producto muy comercializado.
En primer lugar, hay que eliminar el exceso de sal de la superficie del pescado. Enjuague los filetes en agua fría durante 10 minutos. Prepare un bol o recipiente grande llenándolo de agua fresca y fría. Según el grado de salinidad y la intensidad del sabor que desee, deje el pescado en remojo de 2 a 3 días (de 24 a 48 horas). Puede dejarlo en remojo como un filete entero o en trozos grandes, sólo asegúrese de que está totalmente sumergido con suficiente agua para cubrir el pescado.
Bacalao al horno con pan rallado
Definitivamente me sentía escéptico antes de hacer este plato, no estaba muy seguro tanto del sabor como de la textura. Pero el resultado fue realmente excepcional, nada de pescado, muy sabroso y la textura era bastante buena también. Lo serví con un huevo duro, aceitunas aparte, y vinagre de vino, aceite de oliva virgen extra rociado por encima con un poco de perejil fresco. Muy bueno.
Poner el bacalao en una cacerola con agua fría hasta cubrirlo. Llevar a ebullición, reducir el fuego y cocer a fuego lento durante 15 minutos o hasta que el pescado esté tierno. Escurrir; quitar la piel y las espinas al pescado. Desmenuzar con un tenedor en trozos grandes.
Saltear las cebollas en la mitad de la mantequilla hasta que estén tiernas y doradas. Añadir el ajo. Hervir las patatas sin pelar en agua con sal. Una vez que estén tiernas, retirarlas del fuego, refrescarlas en agua fría y quitarles la piel.
Precalentar el horno a 350℉ (180℃). Engrasar una cazuela de 1½ cuartos con la mantequilla restante. Disponer una capa de la mitad de las patatas, luego la mitad del bacalao y después la mitad de las cebollas. Espolvorear con un poco de pimienta, y repetir las capas. Espolvorear el pan rallado sobre la capa superior.