Recetas con alcachofas para cenar

Recetas de cenas vegetarianas con alcachofas

“El poeta Pablo Neruda describió la alcachofa en su célebre oda a esta verdura, pero no hay que dejarse intimidar por su aspecto puntiagudo: con unos cuantos cortes estratégicos, este cardo comestible está listo para la sartén, la olla, la parrilla o el horno en un abrir y cerrar de ojos. Y en las noches en las que no nos apetece sacar el cuchillo de cocinero y los guantes de goma (para que el pigmento natural no nos ennegrezca los dedos), siempre echamos mano de una bolsa de corazones congelados, que añaden textura y dinamismo a los risottos, estofados y salsas. Créanos, ninguno de sus parientes se dará cuenta.

Las alcachofas eran muy apreciadas en la antigua Roma, donde los nobles las devoraban con fruición, y han prosperado durante mucho tiempo en la cuenca mediterránea. Los platos de alcachofa que se han ido elaborando a lo largo de las generaciones van desde los desaliñados carciofi alla giudia (alcachofas fritas al estilo judío, procedentes de Italia) hasta la menestra española (mezcla de verduras de primavera) y los corazones de alcachofa fritos bañados en salsa taratur de Oriente Medio.

Hoy en día crecen unos 50 tipos de alcachofas en todo el mundo, la más prolífica de las cuales es la globo, una variedad resistente y de sabor suave cuya temporada alta va de marzo a mayo.    Las globosas están disponibles todo el año en muchos tamaños -elija las pequeñas para ensaladas y frituras y las grandes para rellenar y cocinar al vapor-, pero puede divertirse aún más con alcachofas de herencia como la chianti, la poivrade o la fiesole. Sea cual sea la que tenga a su disposición, busque brotes con hojas apretadas y compactas y que se doren lo menos posible.

Pasta con alcachofas

Depende del plato que vayas a preparar. Por ejemplo, las alcachofas pueden acompañar a carnes a la parrilla o a la sartén, como el bistec o las chuletas de cordero. Sin embargo, también van bien con platos de marisco, especialmente con el pescado a la parrilla.

Las alcachofas pueden acompañar a la carne de muchas maneras, ya sea asando o friendo filetes y sirviéndolos junto a mitades de alcachofas pequeñas o salteando corazones de alcachofa picados para cubrir las hamburguesas.

Desde asar las pechugas y los muslos de pollo solos (o con algunas hierbas frescas), hasta asar pollos enteros para una cena de ocasión especial, no hay nada que no sepa bien con esta proteína.

Las alcachofas se sirven mejor con un acompañamiento de carne. La carne y las alcachofas tienden a complementarse bien, y el maridaje perfecto puede completar un plato de una manera que ninguna otra guarnición puede hacer.Aunque es difícil equivocarse con cualquier tipo de carne, hay algunos tipos que funcionan mejor que otros. Una de las opciones más populares es la pechuga de pato, que tiene la grasa justa para cortar el sabor ligeramente amargo de la alcachofa. La carne de cerdo es otra de las opciones más populares, ya sea tocino, salchicha o panza de cerdo. El bacon añade salinidad y crujiente a cualquier plato, mientras que la salchicha aporta un rico sabor que combina perfectamente con la sutileza de la alcachofa. La panza de cerdo se ha puesto muy de moda últimamente, y es fácil ver por qué: esta rica carne añade una gran textura y sabor sin ser demasiado abrumadora.

Recetas fáciles de alcachofas

Después de asarlas, los pétalos exteriores se pueden arrancar, y puedes usar tus dientes para raspar el delicioso y tierno interior. Creemos que nuestra sencilla receta de mayonesa Old Bay complementa realmente el perfil de sabor a limón y hierbas de la alcachofa, pero si lo prefieres, puedes cambiarla por cualquier cosa, desde salsa de tahini hasta ketchup.Consigue la receta de alcachofas asadas.

Hay muchas recetas de salsa de espinacas y alcachofas. ¿Qué tiene de especial la nuestra? Bueno, para empezar, las proporciones son perfectas. Nuestra receta contiene la proporción perfecta de espinacas y alcachofas, y utiliza una trifecta de queso crema, mayonesa y crema agria para crear la máxima cremosidad.

Esta versátil ensalada de garbanzos es una gran guarnición de verano, pero puede ser fácilmente una comida completa por sí sola. Añadir una cucharada de mostaza de Dijon a la vinagreta de vino tinto la hace más cremosa tanto en sabor como en cuerpo: considérela su arma secreta para hacer que un aderezo clásico sea mucho mejor.

Recetas con alcachofas

El corazón es completamente comestible (y sorprendentemente delicioso). El estrangulamiento difuso es demasiado fibroso para comerlo en las alcachofas normales, pero es comestible en las alcachofas baby. Todas las hojas, excepto las más internas, son duras y hay que rasparlas con los dientes para comer las partes tiernas.

Las alcachofas se pueden hervir, asar, guisar o rellenar y hornear. Pero mi forma favorita de cocinar alcachofas, y la más fácil, es al vapor. Creo que las alcachofas hervidas tienden a encharcarse, pero las alcachofas al vapor se cocinan con la cantidad justa de humedad.

El siguiente es un método que he estado utilizando para cocinar alcachofas al vapor durante más de 30 años. Yo añado una hoja de laurel, un poco de ajo y una rodaja de limón al agua de cocción para infundir aún más sabor a las alcachofas.

Las alcachofas pueden comerse frías o calientes, pero creo que están mucho mejor calientes. Se sirven con una salsa, ya sea mantequilla derretida o mayonesa. Mi salsa favorita es la mayonesa con un poco de vinagre balsámico.

La información nutricional se ha calculado utilizando una base de datos de ingredientes y debe considerarse una estimación. En los casos en los que se dan varias alternativas de ingredientes, se calcula la nutrición del primero de ellos. No se incluyen las guarniciones ni los ingredientes opcionales.

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