Tallos de acelga en escabeche
¡Prepara unos brillantes y coloridos tallos de acelga en escabeche con acelgas Rainbow! Vea lo fácil que es hacer estos rápidos encurtidos caseros para la nevera para alegrar sus sándwiches. Para estos encurtidos de acelgas arco iris no se necesita ningún equipo de enlatado.
La acelga es una de las primeras verduras locales frescas que conseguimos en verano, con sus hojas rizadas y sus tallos brillantes. Utilizo las acelgas de la misma manera que la col rizada, salteándolas en aceite de oliva o como ingrediente de una frittata. Pero algo que tienen las acelgas que no tiene la col rizada son unos tallos brillantes y bonitos, sobre todo si consigues acelgas arco iris. Las acelgas arco iris tienen tallos de color naranja, rojo, amarillo y verde, lo que hace que los encurtidos sean muy coloridos.
Los tallos de las acelgas no sólo son comestibles, sino que son un buen bocado crujiente. Tienen una consistencia similar a la del apio, y se pueden comer crudas o salteadas junto con las hojas. Cualquier tipo de tallos de acelga se puede convertir en encurtidos caseros y tendrá un sabor excelente. Pero, si puede elegir, las acelgas arco iris son las que tienen un aspecto más impresionante. Convertir los tallos en sencillos encurtidos para la nevera es una forma estupenda de conservarlos y hacer encurtidos crujientes y coloridos que alegrarán tu próximo sándwich.
Acelgas marinadas
Ayer conseguí una cantidad ridícula de productos primaverales en el mercado agrícola: espárragos y ruibarbo, sí, pero también rampas y espigas, acelgas arco iris y col rizada, cebolletas, perejil y cilantro, dos tipos de rábanos (y por supuesto las habituales patatas, cebollas y zanahorias). Además de todo eso, gracias a los invernaderos de Madura Farms, recogí los primeros pepinos Kirby del año, por no hablar de los huevos, el pan, la mantequilla, la paleta de cerdo y las salchichas. ¡Uf! Ayer por la tarde apenas pude meterlo todo en la nevera (¡menos mal que existen las bolsas Ziploc de 2 galones!), así que decidí que hoy no iba a ser un día de descanso, sino un día de conservación: Ha nacido el Domingo de Conservación.
La receta es para un encurtido rápido en el frigorífico y si hubiera espacio en la nevera, eso es lo que probablemente haría, ya que mi acelga monstruosa me dio 1 pinta de encurtidos. Sin embargo, utilicé la misma salmuera para encurtir medio litro de espárragos y los procesé ambos en un baño de agua hirviendo para guardarlos en la despensa. He jugado un poco con la receta: he aumentado las especias, reducido el azúcar, etc. Dejaré que se marinen durante un par de semanas y luego informaré sobre su sabor.
Conservación de los tallos de acelga
Come el arco iris, (y no estoy hablando de Skittles). Me encantan las acelgas y sus crujientes y coloridos tallos. Aunque, muy a menudo, termino con un montón de trozos de tallos extra. Son demasiado bonitos para tirarlos, así que he empezado a encurtirlos. No te preocupes, no es un proyecto de domingo por la tarde, son encurtidos de nevera súper rápidos. (es decir, de los que tengo paciencia).
Puedes cortar los tuyos en lanzas largas, pero yo los corto en trozos (así se conservan más rápido), y los como al estilo japonés Tsukemono – como un simple condimento con arroz (o cualquier grano), y algunas verduras.
Chutney de acelgas
Cuando era niña mi verdura favorita eran las espinacas, enlatadas, congeladas, no importaba. Mi madre nunca conseguía espinacas frescas, lo que más tarde abrió todo un mundo nuevo para esta amante de las espinacas. Para cultivar yo mismo, encuentro que las espinacas duran más bien poco en mi huerto porque se atornillan demasiado rápido, pero también me encantan otras verduras.
Probablemente la que menos nos gusta es la acelga, pero un verano tuve montones y montones de ella y por eso enlaté un par de docenas de pintas de la cosa. Sí, ya sé que es mejor congelarlas, pero mi congelador es pequeño y está lleno de otras cosas, así que enlatarlas era mi siguiente mejor opción (aunque deshidratarlas tampoco está mal). Bueno, no me fue muy bien, hasta que ideé un par de recetas para hacerlo más apetecible. Esta es fácil, sabrosa y hasta solicitada.
Desde entonces he aprendido que podemos cultivar col rizada y berza casi todo el año, así que no es necesario enlatarlas. Las verduras sobrantes se secan para la mezcla de vitaminas y minerales de mis cabras, o para añadirlas a la sopa. Aun así, esta receta nos gusta lo suficiente como para que me guste tener verduras enlatadas disponibles.