ARROZ CON ALGAS – Lareiras.gal
España tiene fama de ser un país donde la comida es deliciosa, y es cierto, podría pasarme horas hablando de todos los brillantes platos que tenemos en España…algunos de ellos te parecerán peculiares o estrafalarios como el pulpo pero no debes dejar de probarlos ya que están demasiado buenos…se me hace la boca agua solo de pensar en ellos.
Desgraciadamente me encanta comer, pero no soy muy divertida en la cocina…así que mi conocimiento sobre recetas españolas es bastante nulo, y la comida española requiere un poco de tiempo, diría que es bastante complicada, al menos para una principiante como yo, excepto…la tortilla de patatas, lo único sobre cómo hacer tortilla de patatas no es difícil es solo llevar tiempo, por eso nunca lo había intentado.
Estaba un poco quemado en uno de los lados, pero sólo elegir el otro en la parte superior para que todos pudieran ver lo bien que parecía … todo el mundo estaba sorprendido y yo estaba en la luna, no puedo comer comida caliente para que la gente comenzó a comer antes que yo … y me dieron algunos elogios … pero cuando lo intenté me di cuenta … me había olvidado de poner sal! No, ni siquiera un poco… así que… ese fue mi primer error y el segundo… fue un poco seco… …. Había puesto demasiadas patatas y pocos huevos… mis amigos estaban bien con eso ya que por suerte para mí no eran españoles… pero yo estaba feliz pero… no del todo… así que supongo que tendría que seguir practicando…
Pulpo a la Provenzal – Serie How To
La cocina española está formada por las tradiciones y prácticas culinarias de España. El aceite de oliva (del que España es el mayor productor mundial) es muy utilizado en la cocina española[1] y constituye la base de muchas salsas vegetales (conocidas en español como sofritos)[2] Las hierbas más utilizadas son el perejil, el orégano, el romero y el tomillo[3]. [3] El uso del ajo se ha señalado como “común a toda la cocina española”[4] Las carnes más utilizadas en la cocina española son el pollo, el cerdo, el cordero y la ternera[5] También se consumen habitualmente pescados y mariscos[5].
Autores como Estrabón escribieron sobre los pueblos aborígenes de España que utilizaban nueces y bellotas como alimento básico[7] La extensión de las vides a lo largo del Mediterráneo parece deberse a la colonización de los griegos y los fenicios, que introdujeron el cultivo del aceite de oliva. España es el mayor productor de aceite de oliva del mundo. El cultivo de la llamada tríada mediterránea (trigo, vid y olivo) sustentó los productos alimenticios básicos para los habitantes del sur de la Península Ibérica durante la época romana (pan, vino y aceite)[8].
El mejor RAPE ASADO/ En el Torreón del Pardo
Un blog sobre comida española: cómo cocinarla, cómo comerla, aquí o allá. El enfoque será en platos simples, fáciles y sobre todo saludables, con muchas opciones para vegetarianos, veganos y gente (como yo) con dietas bajas en colesterol.
Siempre intento convencer a la gente de lo bueno que puede ser el marisco en conserva español, y de que no tiene nada que ver con el marisco en conserva disponible en la mayoría de los supermercados estadounidenses. En España, una lata de berberechos o de mejillones puede ser casi un artículo de lujo. Junto con un buen pan y un buen vino, son elegantes tapas.
Vuelvo al tema una y otra vez: véase mi post sobre los filetes de anchoa del Cantábrico en aceite de oliva, o el bonito del norte (atún blanco en aceite de oliva), o las sardinas y sardinillas españolas. Soy consciente de que muchas personas que nunca han probado estos y otros tipos de conservas de marisco de España son escépticas, por lo que enlazo a los expertos siempre que es posible. (Véase mi post El Wall Street Journal elogia las sardinas gallegas).
Hace poco vi un episodio de “No Reservations” en casa de mi hermana. El célebre cocinero y presentador Anthony Bourdain estaba en España y hablaba maravillas del marisco en conserva: mejillones, navajas, berberechos y mucho más. Él y su traductor explican que las conservas de marisco españolas son mejores que las frescas.
Salsa de Ostras con Almejas
No es casualidad que, en los 30 años transcurridos desde la muerte de Franco, haya florecido la creatividad española en las artes, la arquitectura, la empresa y la gastronomía. Tampoco es casualidad que hayan sido, predominantemente, aunque no exclusivamente, los grupos subnacionales y regionales de España -que fueron reprimidos con mayor saña por el dictador fascista- los que han liderado este renacimiento. El arquitecto valenciano Santiago Calatrava, diseñador de algunos de los edificios más impresionantes de todos los tiempos, y el catalán Ferran Adría, que dirige el que es, casi indiscutiblemente, el mejor restaurante del mundo, son sólo dos de ellos cuyo genio ha prosperado en la era postfranquista. También se podrían señalar tendencias más generales de prosperidad económica (antes de la reciente crisis mundial) en ciudades de provincia antes moribundas como Bilbao y el resurgimiento de las lenguas regionales como prueba de este renacimiento español en los últimos tiempos.
El País Vasco siempre ha estado un poco alejado de los asuntos españoles principales, incluso antes del siglo XX. Único desde el punto de vista lingüístico, étnico y cultural, y rodeado por todas partes de hablantes indoeuropeos, los vascos han sobrevivido a milenios de discriminación activa y pasiva, manteniendo vivas sus tradiciones con una tenacidad obstinada. Se podría perdonar que se piense que este pueblo extraordinario y único es una población de convencionalistas rígidos, incapaces de cambiar sus hábitos o poco dispuestos a hacerlo. Nos equivocaríamos.