Receta exprés: Hamburguesas rellenas
Para preparar la salsa de rúcula tenemos que mezclar 100 ml. de aceite con 50 gr. de rúcula, unas gotas de zumo de limón y una pizca de sal. Lo ponemos en la picadora o, si preferimos una salsa más homogénea, en la batidora. Esta salsa va muy bien en platos de carne o pescado y para perfumar ensaladas o platos de pasta.
Con la albahaca vamos a hacer una salsa fresca ideal para ensaladas, platos de pasta fría, patatas asadas o pollo o pescado blanco a la plancha. Mezclamos un manojo de albahaca con un yogur natural, 100 ml. de nata líquida, un poco de sal, un chorrito de aceite y una pizca de pimienta. Lo trituramos y lo dejamos enfriar un rato.
La menta es una salsa con un sabor potente. Puedes utilizarla en platos de garbanzos, carnes blancas al horno o a la plancha, cordero y recetas con cuscús. Sólo tienes que mezclar 100 ml. de aceite, un puñado de menta fresca, unos piñones, un diente de ajo (opcional) y sal. Triturar todo y voilá.
Kuky El Arguiñano de Parla
Si eres tan amante del pollo y concretamente de las alitas de pollo como yo, esta receta no te dejará indiferente. Una apuesta para servir como plato de picoteo o como plato principal que os encantará porque está realmente rico.
Lo primero que hay que hacer es colocar una bandeja en el horno, precalentarlo a 200º C y separar las alitas (si quieres puedes cortar la punta de las alitas para hacer caldo de pollo) pero si eres de los más están completas.
Mezcla una cucharadita y media de sal, una cucharadita de ajo en polvo y media cucharadita de pimienta negra molida, y sazona las alitas. Hornea las alitas durante 50 minutos, dándoles la vuelta a los 30 minutos para que se doren bien por ambos lados.
En segundo lugar, mezclar en un bol 50 g de queso parmesano, tres dientes de ajo muy picados y dos cucharadas de perejil, también muy picado. Derretir 60 g de mantequilla en el microondas y mezclarla con el resto de los ingredientes mencionados.
Cuando estén muy crujientes, sacamos las alitas del horno y las mezclamos con el parmesano y el resto de ingredientes y removemos hasta que quede todo bien condimentado con la salsa. Y listo para servir, siempre caliente, con un toque de perejil.
Emiliano el nuevo Arguiñano
Receta Thermomix de pollo al chilindrón Hacer el pollo al chilindrón en una Thermomix es otra opción disponible para disfrutar de este plato. Para ello, sigue los siguientes pasos:1. Pela los dientes de ajo, que luego añadirás a la jarra de la Thermomix con un poco de aceite. Píquelos durante 5 segundos a velocidad 5 y, a continuación, retire los restos de los lados con la espátula. Fríalos en el varoma a velocidad 1. 2. A continuación, coloque la cebolla y los pimientos en la jarra. Pique durante 4 segundos a velocidad 5. A continuación, para freírlos ligeramente, programe la Thermomix durante 10 minutos con el varoma a velocidad 1. 3. Coloque el agitador de mariposa en las cuchillas y añada el resto de ingredientes: el pollo, el vino blanco, los tomates y sal y pimienta al gusto. Programe el varoma durante 20 minutos girando hacia la izquierda y a velocidad cuchara. 4. Por cierto, el pollo al chilindrón se puede acompañar de ensalada, patatas fritas, puré de patatas casero o arroz blanco y, por supuesto, de un buen pan.
TVE1 El Menú De Karlos Arguiñano 39
El pollo se puede asar de mil maneras y puede ser más cómodo hacerlo por partes, pero en los días festivos sigue siendo tradición en muchas casas hornear un ave completa. Tan típico como el arroz de los domingos, otra buena opción es acudir a un profesional, como es el caso del famoso Asador Navarro en cuya receta de pollo al horno se basa este Karlos Arguinano.
En su libro ‘A mi manera: las recetas fundamentales de la cocina regional española’ (Planeta, 2015). El televisivo chef nos cuenta cómo son las largas colas que se forman los domingos a las puertas del citado Asador, un negocio familiar de barrio en funcionamiento desde 1981. Pasar una tranquila mañana de domingo paseando por el rastro, tomando el tradicional aperitivo y volviendo a casa a comer tranquilamente con un magnífico pollo asado bajo el brazo suena, sin duda, a plan familiar perfecto. Separe las multitudes.
Emulsiona el zumo de limón en un bol u olla con tapa -no hace falta colarlo, sólo evitar los huesos- con dos cucharadas de aceite, una cucharadita de sal y otra de pimienta negra. Cubrir bien el pollo con esta mezcla, reservando lo que sobra.