Receta manitas de cerdo arguiñano

Habas Estofadas con Ibérico y Vegetales [ @xruizs ]

El sumiller Jon William Herrera Hart nos da algunos consejos sobre cómo maridar diferentes vinos con diferentes alimentos y nos muestra cómo y por qué utilizar los accesorios BOJ para el vino, como el vertedor, el anillo antigoteo y el oxigenador.

Para este vino blanco es necesario utilizar nuestro vertedor BOJ. Con este elemento podemos reducir el nivel de ácido acético en el vino. Esta es una característica muy específica de los vinos jóvenes y las sidras. También potenciaremos el valor aromático, algo que generalmente sólo está presente en ligera intensidad en los vinos jóvenes.

Utilizamos nuestro aireador BOJ, ya que este vino ha pasado cierto tiempo en la barrica. Una vez abierto, será algo cerrado y poco expresivo. Podemos devolverle su expresividad utilizando el aireador y una copa grande. Queremos liberar los aromas.

Para nuestro vino rosado, utilizamos el anillo antigoteo. Se trata de un producto muy práctico para quienes les resulta difícil dominar la técnica de girar la muñeca para evitar que las gotas se deslicen por el cuello de la botella. Es un invento muy útil para evitar las manchas en la mesa o en la etiqueta.

CODILLO DE LECHON

La comida era increíblemente sabrosa, de tal manera que no podíamos dejar de comerla, y eso que comimos mucho. Los nachos, los tacos de pollo, los takos de cerdo, las crepes, se nos hizo la boca agua y los mojitos y margaritas no sólo contenían alcohol sino que tenían un gran sabor.

Aperitivos: las bolas de atún complementarias de la casa, el plato de sashimi de salmón, el tartar de atún picante (excelente) y las vieiras del menú de degustación con sal de coral. El atún estaba fabuloso, y los sabores perfectos.

Realmente entiendo que quizás querían cerrar (somos de los últimos clientes) pero en un restaurante que quiere servir menú del día y es recomendado por Michelin no es bueno que su comensal se sienta indeseado.

Este lugar es el epítome de los sitios de tacos de 1€ en Madrid. Los otros restaurantes son buenos de 5 estrellas pero si pudiera le daría a este lugar 6 estrellas. No son avariciosos con las cantidades y la calidad es muy buena.

La gente del restaurante también es muy eficiente y agradable. Sólo se puede pedir una vez porque si no hay que volver a hacer toda la cola, así que mejor llevar de más por si acaso. Si sobra algo, te lo puedes llevar pagando 50 céntimos más por un recipiente.

Cuscus con cordero: receta en vídeo

Es fácil que, al pensar en la cocina valenciana (o levantina), la memoria se dedique a pedir arroces, pescados y mariscos. No es reprochable, ya que es la forma más común en la que, fuera de la Comunidad Valenciana, nos hemos creído como la única e indisoluble manera de comer valenciano.

Sin embargo, Nando Chaffer, un joven chef que ha pasado por varias cocinas con estrella Michelin y natural de Onteniente (Valencia), equilibra el mar y la montaña en un recetario que habla de ‘terreta’, de platos tradicionales y de una vuelta de tuerca para hacerlos más amables desde Croco (calle de Borriana, 52), muy cerca de Cánovas y del cauce del Turia.

No faltan fondos ni atención al mercado diario, ni una devoción perpetua a la temporada. “Hacemos una cocina muy sincera y muy orientada al producto”, aclara. Apenas dos meses abiertos sirven para ilustrar la propuesta, a la que llega tras pasar varios años en la cocina familiar, donde la pandemia le atrapó.

Croco es el territorio de la caza -grande y pequeña-, de las setas, del uso del cerdo a su máxima expresión y, en definitiva, es esa cocina valenciana que, no condenada al ostracismo pero menos exaltada, demuestra que el interior de Valencia también existe.

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