Receptor de Tostones
Los plátanos son uno de nuestros alimentos favoritos de todos los tiempos: son naturalmente dulces, muy adictivos y están repletos de nutrientes y fibra. Es probable que si has tenido la suerte de probarlos, también estés enamorado.
¿Pero quizás te intimida cómo seleccionar buenos plátanos y cómo cocinarlos? No os preocupéis, amigos, porque vamos a compartir todos nuestros secretos (¡incluso los que aprendimos de un amigo que cultivaba plátanos en el Caribe!).
Los plátanos son un pariente del plátano, pero suelen ser más grandes y contienen más almidón y menos azúcar. Se cultivan y disfrutan en muchas regiones tropicales del mundo, como el Caribe, América Latina y África Occidental y Central.
A medida que los plátanos van madurando de verde a más amarillo, se vuelven más dulces. Aunque se pueden comer en cualquier momento del proceso de maduración, los plátanos dulces y maduros son nuestros favoritos para asar. Entonces, ¿qué puede hacer un amante de los plátanos maduros cuando sólo hay plátanos verdes en la tienda?
Si sólo puedes encontrar plátanos verdes, la solución es elegir los que tienen más posibilidades de madurar. Cuando los plátanos verdes se recogen del árbol demasiado pronto (antes de que estén maduros), pueden pudrirse antes de madurar.
Plátanos dulces al horno
Estos jugosos plátanos horneados son una delicia, son dulces, se deshacen en la boca y son saludables. Horneados en el horno, en lugar de fritos, son la mejor comida de confort, servidos como guarnición, postre o merienda.
El tierno interior y la crujiente piel del exterior de los plátanos horneados es un excelente aperitivo o tentempié que disfrutará. Sólo necesita dos ingredientes y condimentos adicionales opcionales para preparar este increíble plato.
En estos días el plátano al horno es la comidilla de la comunidad de la salud, y créeme, tienen muchas mejores razones para hablar de este increíble plátano para cocinar. Sin embargo, he preparado la mejor y más fácil manera de disfrutar de los plátanos maduros.
Con la creciente popularidad de los plátanos, este ingrediente se encuentra ahora en muchos países del mundo. Así que pensé que era una receta perfecta para principiantes que puedes probar si quieres experimentar con ella. Es más fácil de preparar, pero este proceso necesita menos esfuerzo y es menos sucio.
La verdadera diferencia está en los usos, el sabor y la textura. Los plátanos se comen sobre todo cocidos, mientras que los plátanos se pueden comer tal cual. Los plátanos suelen tener una textura más grande y dura que los plátanos. Además, la piel es mucho más gruesa y se encuentra en color verde, amarillo o marrón muy oscuro.
Recetas saladas de plátanos al horno
Conocí los plátanos en mi estancia de inmersión en España en Costa Rica hace unos años (¡al mismo tiempo que conocí el Gallo Pinto!). Iris, mi anfitriona, cocinaba “plátanos maduros” o “plátanos verdes” con casi todas las comidas.
A veces los cortaba en rodajas finas, a veces los cortaba en redondo y a veces hacía “Tostones” (plátanos que se cortan en redondo, se fríen, se aplastan y se vuelven a freír). Pero siempre se cocinaban friendo en mucho aceite.
Dulces y sabrosos, son un gran aperitivo o tentempié. También son una sabrosa guarnición para sándwiches, hamburguesas, pescado y mucho más. ¡Pruébalas alguna vez en lugar de las patatas fritas y no dejes de decirme qué te parecen!
1. Prepara el plátano. Primero, corta el extremo. A continuación, haz un corte fino en la cáscara (con cuidado de cortar sólo la cáscara y no la fruta). De esta forma, podrás pelarlo. Finalmente, corta el plátano en rondas de ½ pulgada (1cm).
3. 3. Colócalos en una bandeja para hornear. Es muy recomendable forrar la bandeja del horno con un tapete de silicona o con papel pergamino. De esta manera, los plátanos no se pegarán y podrás conseguir los bordes dorados y crujientes. Asegúrese de que los plátanos se extienden en una sola capa y no están demasiado llenos.
Plátano cocido
Si te gustan las patatas fritas muy crujientes, los plátanos son el camino a seguir. Con un poco más de fibra que las patatas fritas normales, estas patatas fritas de plátano sólo requieren 3 ingredientes y una mandolina o un cuchillo muy afilado. Cuanto más uniformes sean los cortes, más uniformes se hornearán: Cuanto más fino sea el corte, más rápido se horneará y más crujiente será la patata.
No te preocupes si eres humano y no tienes una mandolina para hacer rodajas perfectamente uniformes, puedes usar tu cuchillo de cocina más afilado: Vigila el horneado y saca las patatas fritas de la bandeja en cuanto tengan un color dorado intenso. Se crujirán aún más al enfriarse.
A la hora de utilizar plátanos verdes o amarillos aquí, el verde es el mejor candidato. Con más almidón y estructura y menos humedad, los plátanos verdes son más fáciles de cortar, más fáciles de hornear de manera uniforme, y es más probable que queden perfectamente crujientes. A diferencia de los plátanos amarillos, que tienen mucho más azúcar y dulzor afrutado, los plátanos verdes se convierten en un encantador lienzo en blanco para todos sus deseos de condimentación, ya sean simplemente salados, ligeramente picantes o dulces con canela (¡como estos chips de batata!).