Pulpo guisado
Es una verdadera lástima que el pulpo no sea un alimento más popular en Estados Unidos. El pulpo salvaje de las aguas costeras estadounidenses es uno de los mejores del mundo, y gran parte de las flotas pesqueras europeas viajan a la plataforma continental específicamente para recolectar este incomprendido manjar americano. Es muy popular tanto en el sur de Europa como en Asia. En Asturias, al igual que en la vecina Galicia, es una tapa siempre presente en fiestas y festivales, hasta el punto de que la preparación más popular; pulpo a la feira se traduce literalmente como “pulpo de fiesta”.
La mayoría de las recetas de pulpo en Asturias proceden en realidad de la vecina Galicia. En realidad es la única preparación conocida que es originaria de Asturias. Para mí, eso lo convierte en un buen lugar para empezar con el marisco asturiano. Te prometo que no está frito y cubierto de salsa marinera enlatada.
Bien cocinado, es masticable y firme, pero nunca gomoso. Satisfactoriamente carnoso, es uno de los favoritos para asar y guisar. Al principio puede ser un poco difícil de aprender para los cocineros que no están familiarizados con él, por lo que recomiendo utilizar carne de pulpo precocida para sus primeras incursiones en la cocina de cefalópodos.
Pulpo braseado
Platos de paella, gazpacho de color rosa coral, empanadas deliciosas, tortillas sedosas: Estos son los platos elementales que se nos antojan nada más aterrizar en España. Anya von Bremzen, nuestra experta residente, nos muestra dónde encontrar lo mejor de cada uno. Además, hemos conseguido las recetas para que puedas llevarte los clásicos a casa.
¿Qué pasaría si la tortilla de patatas, adorada en España, desapareciera de repente? Todo el país se lamentaría por la pérdida de su alimento más reconfortante. La clave de la tortilla de patatas es la técnica: freír las patatas en abundante aceite hasta que estén sedosas; una alta proporción de relleno en relación con el huevo; y la importantísima vuelta, que da lugar a un disco grueso perfectamente dorado por ambos lados.Dónde comerla:El Quim de la Boqueria, el famoso bar de tapas del mercado de Barcelona, con una copa de cava y un crujiente pan con tomate al ajo, por supuesto. Consigue la receta: Tortilla de verduras
Este milagro de tres ingredientes de gambas cocinadas a fuego lento en aceite de oliva con ajo es una de las tapas más castizas de España, que se prepara por encargo en innumerables tabernas rústicas de todo el país, pero que es más apreciada en Madrid y el sur. El plato es tan sencillo que los cocineros caseros españoles pueden hacerlo con los ojos vendados, pero ayuda a tener en cuenta algunas reglas. El mandamiento número uno es una cantidad abundante de su aceite de oliva más fragante que no sea demasiado pesado. Igualmente crucial: dejar que el ajo libere lentamente toda su fragancia (algunos expertos empiezan con el aceite frío), para que el amargor no domine las gambas. Por último, hay que dar a las gambas el más suave de los baños en ese aceite -no un chisporroteo completo- hasta que se calienten del todo y sigan siendo jugocitas (súper jugosas) por dentro. Algunos cocineros añaden un puñado de jamón o chorizo bien picado junto con el ajo; las almejas también quedan muy bien en esta salsa. Para servirlo, es imprescindible un montón de pan crujiente, porque querrás absorber hasta la última gota de ese aceite con ajo.Dónde comerlo:La Casa del Abuelo, un bar de tapas de 1906 en el centro de Madrid, es conocido como un santuario de gambas, ya sea cocinando gambas en cazuelitas que siguen burbujeando justo en tu mesa, o preparándolas a la plancha.Consigue la receta: Gambas al ajillo
Pulpo a la gallega
1.Primero hacemos una crema espesa de boniato. Para ello, rehogamos con un poco de aceite de oliva, la cebolla y los puerros cortados en brunoise, y cuando estén pochados, echamos las zanahorias y el boniato en trozos, rehogamos otros 5 minutos y echamos el caldo y una cucharadita de sal. Dejamos cocer a fuego medio durante unos 20 minutos o hasta que veamos que las verduras están muy blandas. Si vemos que el caldo se ha evaporado mucho podemos añadir un poco más. La idea es que el caldo sólo cubra las verduras, luego pasamos por la batidora y tenemos una crema muy espesa. Añadimos un poco de sal y pimienta y reservamos.
2.Mientras se hace la crema, pelamos una patata y la cortamos en tiras finas. Las hacemos al vapor con un poco de sal o si lo preferimos, a fuego lento con un poco de aceite de oliva hasta que estén blandas, pero con cuidado de que no se partan para que podamos montar bien el plato.
3.Al mismo tiempo, mientras se hace la crema y las patatas, preparamos la mayonesa. Utilizaremos un huevo un buen chorro de aceite de girasol, una pizca de sal, soja y wasabi. Con la turmix batimos y añadimos poco a poco un poco más de aceite, hasta que tenga una textura espesa. Probadlo, si os gusta el picante añadid un poco más de wasabi Yo vierto la mayonesa en un bote de cocina y reservo en la nevera.
Receta griega de pulpo a la parrilla
No te pongas tiquismiquis, porque hoy te voy a explicar cómo cocinar un pulpo. Este es un plato que tradicionalmente proviene del noroeste de España, en la comunidad autónoma de Galicia. Se encuentra en la frontera con el norte de Portugal y tiene costa atlántica y cantábrica.
Este próximo fin de semana nos tomamos unas pequeñas vacaciones y nos dirigimos al norte de Galicia y Asturias, así que pronto podré mostraros algunas fotos del “auténtico”. Mientras tanto, me pondré a cocinar uno de los platos más famosos de Galicia, el Pulpo a la Gallega.
Lo primero es coger el pulpo….ok, por lo que comprendo que algunos no puedan hacerse con uno fresco y entero, pero si alguna vez lo consiguen, ya sabrán qué hacer con él. Son blancos cuando están crudos y adquieren un hermoso color púrpura cuando se cocinan. Todo lo malo (es decir, la mugre y los ojos) está contenido en la cabeza. Si te apetece, corta la cabeza, la parte de los ojos y extrae los restos del interior. Enjuágalo todo, incluidos los tentáculos, y ya está. También se puede limpiar después de la cocción, pero se obtiene un caldo sucio. Y a nadie le gusta el caldo sucio, ¿verdad? Bien, ya se ha acabado la parte sucia, los pusilánimes pueden volver a unirse a nosotros.