Receta arroz caldoso con pollo y conejo

De qué está hecha la paella

La paella (/paɪˈɛlə/,[1] /pɑːˈeɪjə/,[2] py-EL-ə, pah-AY-yə, valenciano: [paˈeʎa], español: [paˈeʝa]) es un plato de arroz originario de Valencia. Aunque los no españoles lo consideran comúnmente como el plato nacional de España,[cita requerida] los españoles lo consideran casi unánimemente como un plato de la región valenciana. Los valencianos, por su parte, consideran la paella como uno de sus símbolos de identidad[3][4] Es uno de los platos más conocidos de la cocina española.

El nombre del plato proviene de la sartén tradicional, ancha y poco profunda, que se utiliza para cocinar el plato al fuego, siendo paella la palabra que designa a la sartén en la lengua regional valenciana. Como plato, puede tener raíces antiguas, pero en su forma moderna se remonta a mediados del siglo XIX, en la zona rural que rodea la laguna de la Albufera, adyacente a la ciudad de Valencia, en la costa mediterránea de España[5].

La paella valenciana es la paella tradicional de la región de Valencia, que se cree que es la receta original,[6] y consiste en arroz de grano redondo,[7] bajoqueta y tavella (variedades de judías verdes), conejo, pollo, a veces pato, y garrofó (una variedad de judía de lima o de mantequilla), cocinados en aceite de oliva y caldo de pollo.[8][9] El plato se condimenta a veces con ramas enteras de romero. Tradicionalmente, el color amarillo proviene del azafrán, pero se puede utilizar cúrcuma y caléndula como sustitutos. Los corazones y tallos de alcachofa pueden utilizarse como ingredientes de temporada. La mayoría de los cocineros de paella utilizan arroz bomba, pero los valencianos suelen utilizar un cultivar conocido como senia[10].

Receta de flan

La carne de conejo ha estado presente durante siglos en las cocinas de todo el mundo, desde los tagines marroquíes hasta las sopas y guisos europeos. El conejo, deliciosamente dulce y con un carácter sabroso y ligeramente carnoso, ha sido un elemento básico en las cocinas tradicionales porque los cazadores podían capturarlo fácilmente durante los meses cálidos del año. La carne de conejo, que es ideal para guisar o asar, necesita una buena cantidad de líquido para retener la humedad, por lo que un guiso es también la forma perfecta de cocinar esta proteína. Si se cocina a fuego lento, como hace esta receta, se sentará ante una comida tierna, jugosa y deliciosa.

Este guiso de conejo hace honor a los sabores de las cocinas tradicionales que utilizaban ingredientes humildes para hacer grandes platos. Con sabor a vino tinto, verduras y setas, este guiso requiere paciencia, pero no mucho trabajo. El vino tinto, junto con una variedad de verduras aromáticas, da al guiso un rico sabor. Los conejos de granja son deliciosos, pero si puede conseguir un conejo salvaje, su sabor es superior, ya que se alimentan de una diversidad de plantas a las que los conejos de granja no tienen acceso.

Receta de arroz con leche en español

¿Hay algún plato mejor para compartir que una gran sartén de paella? Esta paella con coneja combina muslos de pollo y conejo en una sartén rica y carnosa. El azafrán, el romero y el pimentón español aportan un sabor maravilloso para complementar las carnes.

Las calabazas no son sólo para las tartas o la decoración de Halloween. Estas calabazas grandes y anaranjadas, aunque son dulces por naturaleza, también funcionan bien en platos salados. Combinan bien con las aves de corral y el cerdo (y especialmente con el tocino) y su textura cremosa al cocinarse se combina fácilmente con las sopas.

Receta de paella

Partir el conejo en 8 trozos, sazonar con sal, pimienta y pimentón. Freír los trozos de conejo en aceite de oliva caliente hasta que se doren. Pelar y cortar las cebollas por la mitad y añadirlas a la sartén, incorporar la guindilla, la pasta de tomate y el ajo. Cocinar un par de minutos y verter el vino, dejar que se evapore. Verter la pulpa de tomate, añadir el romero, los pimientos, el romero picado y el caldo de pollo, llevar a ebullición y dejar cocer a fuego lento durante unos 30-40 minutos hasta que la carne esté tierna y la salsa haya espesado ligeramente. Cocer el arroz en abundante agua hirviendo con sal. Mientras tanto, calentar el aceite de cacahuete en una sartén y freír suavemente las nueces hasta que estén tostadas, sazonar con sal, ralladura de limón y hierbas. Escurrir el arroz e incorporar la mezcla de frutos secos y la mantequilla y servir con el conejo.

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