Mi abuelo enseñó esta receta, ¡simple y deliciosa!
Su poco ortodoxa receta de “cóctel” de gambas puede parecer fuera de lugar para un chef francés con su pedigrí, pero Franey asumió su nuevo papel como embajador de la cocina rápida y eficiente para un curioso público de lectores del Times. La columna inaugural les dio la bienvenida con una rúbrica que definiría el resto de su carrera: “Con inventiva y un poco de planificación no hay razón para que una mujer trabajadora, un soltero o un marido al que le guste cocinar no pueda preparar una comida en menos de una hora”. El programa “60-Minute Gourmet” de Franey se publicó durante 17 años y popularizó el concepto de cocinar contrarreloj, presagiando muchas de las tendencias actuales de “prepáralo y olvídate”, como las recetas en sartén y las comidas de una sola sartén.
Según Claudia, la hija de Franey, la génesis de la columna de recetas de 60 minutos no fue casual. Arthur Gelb, el legendario editor del New York Times, fue a visitar a Franey a Long Island un día en el que Pierre, un ávido pescador, cocinó un pescado local recién capturado para él y su mujer, Barbara. Gelb quedó tan impresionado por la brevedad de su proceso que sugirió a Franey que hiciera una serie de recetas sencillas para la nueva sección Times Living, cuyo lanzamiento estaba previsto para finales de 1976.
¡La receta que me enseñó mi abuelo! Simple y
Jacques Pépin es uno de los profesores de cocina más famosos del país, reconocido por su habilidad con el cuchillo. Desde muy pequeña, a su nieta, Shorey, le encanta “ayudarle” en la cocina. Ahora que tiene doce años, Jacques le da a su carismática alumna un breve curso para preparar “comida sencilla, pero elegante y, sobre todo, divertida”. En el proceso, demuestra ser tan inspirador para ella como lo es para los mejores chefs del país.
Perritos calientes rizados, espinacas con picatostes, pasteles de salmón con sushi, pan de sartén y mantequilla casera, pastel de frambuesa: Estas recetas se convertirán en nuevos clásicos irresistibles para los niños. En el camino, Jacques imparte lecciones de etiqueta en la cocina, desde cómo poner una mesa hasta cómo doblar una servilleta correctamente, incluso cómo cargar un lavavajillas. Y quizás la lección más importante de todas: que las mejores comidas son las que se comparten en casa con la familia.
La receta de mi abuelo impresionó a todos. Increíblemente ta
Para el chef Hayden, la cocina está indeleblemente ligada a las tradiciones aderezadas por las experiencias de nuestros antepasados durante cientos, si no miles, de años pasados. Estas tradiciones y conexiones son la base de su pasión y enfoque como profesor.Hayden cree que sus antepasados quieren transmitir su pasión y amor por las comidas que crearon para los que amaban, y los que nunca llegaron a conocer. Empezaremos la clase con un delicioso aperitivo de Croquetas de Jamón y Queso acompañadas de un vaso de algo refrescante. Y a partir de ahí, nos remangaremos y dejaremos que las preocupaciones de la semana se desvanezcan mientras preparamos una Ensalada Dulce de Cangrejo y Papaya, Ropa Vieja, Frijoles Negros y Arroz y Plátano Maduro; terminando con un Arroz con Leche al Ron.Acompáñanos en la primera de esta serie tan especial en la que ampliaremos nuestro repertorio y compartiremos las queridas tradiciones culinarias de una familia de aztecas, olmecas, vascos, cubanos y catalanes.¿Quieres estar al día de nuestros eventos? Suscríbase a nuestro boletín de noticias.
Rápido, fácil y delicioso. ¡La comida favorita de mi abuelo!
“Es importante que un niño pase tiempo en la cocina, el lugar más seguro, cómodo y cariñoso de la casa. El olor de la comida cocinándose, la voz de su madre o de su padre, el ruido de los utensilios y el sabor de la comida: Estos recuerdos te acompañarán el resto de tu vida”. ~ Jacques Pépin
Jacques Pépin preguntó una vez a su nieta Shorey Wesen, que entonces tenía dos años, si le gustaban los arándanos. Ella respondió que le encantaban y añadió que contenían antioxidantes. Esta precocidad en materia de alimentación no era especialmente sorprendente, ya que tanto su padre como su abuelo son cocineros profesionales, y su madre Claudine cocina para la familia todos los días, con ingredientes frescos del huerto de su casa o de los mercados ecológicos cercanos.
Desde que tenía cinco años, cada vez que Shorey visitaba a sus abuelos, se subía a una caja de madera junto a Jacques para poder “ayudarle” a cocinar. Tareas sencillas como lavar la lechuga, ayudar a recoger hierbas del huerto o pasar los utensilios o los ingredientes, hicieron que Shorey se sintiera cómoda en la cocina y más entusiasmada por comer la comida que ayudaba a preparar.